Capitulo 25:

Son las dos de la madrugada, y Vanessa no puede conciliar el sueño. Mira hacia la ventana, hoy no la ha cerrado porque sabia que no podría dormir, se levanta de la cama y la abre, una ráfaga de aire le despeja la cara, han pasado ya bastantes días desde lo de la fiesta, para ser exactos, han pasado ya dos semanas, pero ella siente que esta atrapada en el tiempo.
Ya no habla tanto con Ele, porque ella siempre esta fuera de casa o estudiando, pero la comprende, después de todo ella paso por lo mismo; lo dejo con Paulo, y los primeros dias Vanessa estuvo a su lado, pero en cuanto mejoro un poco pasaba todo el día en la calle, con Enrique, de acá para allá, preocupandose mas bien poco por ella, así que supone que es ley de vida, ahora le toca a Eleonor ser feliz...
le encantaría volver a sentirse como antes de estar con el, lo recuerda perfectamente, era ella misma, sin ninguna atadura, feliz, risueña, aunque sabe que jamas volver a a ser como antes, jamas reirá de la misma forma, no mirara de la forma tan sincera como lo hizo, lo sabe, muy dentro de ella, una pequeña voz se lo repite constantemente...
De repente salta en su mente el recuerdo de alguna de las noches en las que Eleonor y ella se escapaban de casa por la madrugada para hablar cuando a las dos les invadía el insomnio, las dos fabricaban con sus sabanas una cuerda y escalaban desde sus dormitorios para verse, nunca iban mas allá de cuatro casas, donde había un banco pintado de blanco, el único que había de ese color en toda la calle, ellas decían que ese banco era suyo, y un día, compraron un rotulador indeleble y grabaron allí sus nombres por la noche, allí pasaban varias tardes, contándose cualquier cosa, correteando por los alrededores...
 Entonces la chica cogió su móvil y sin pensarlo dos veces llamo a Eleonor; llamo un par de veces, pero al ver que a la segunda no contestaba, decidió no molestarla mas y se fugo ella sola, construyó una cuerda con sus sabanas, como cuando era pequeña, se puso unos vaqueros viejos, cogió la primera camiseta que vio y se puso el abrigo.
La escalada fue un poco mas complicada de lo que ella recordaba, había perdido practica, y por poco no se lleva una buena caída, pero consiguió llegar al suelo sana y salva.
Lo primero que hizo fue ir al banco blanco, cuando llego vio, sus nombres allí grabados, intactos al tiempo que había pasado, y no pudo evitar una pequeña sonrisa al verlos, se sentó el la esquina del banco a ver los nombres y a recordar todas las tardes que había pasado en el, no pudo evitar que se le escapasen un par de lágrimas por aquellos recuerdos, rato después, empezó a caminar sin rumbo fijo, solo caminar, para que se le despejasen las ideas, practicamente, caminaba sin darse cuenta muy bien de donde estaba, aunque parezca mentira, ni si quiera se dio cuenta de que unos chicos de aspecto mas que sospechoso la seguían y que iba directa a un callejón sin salida...
Cuando a Vanessa no le quedo otra mas que toparse con el muro de la calle y darse la vuelta, se percato de aquellos chicos, vestían todos con cazadoras de cuero negras, no les echaba mas de diecisiete años, pero iban con barba de por lo menos tres días. Ella, con la esperanza de resultarles invisible, agachó la cabeza y empezó a caminar como si no estuvieran, aunque sus comentarios dejaban muy claro que eso no seria posible ni aunque de un milagro se tratase...
- Mirad lo que tenemos aquí chicos -dijo uno
- Anda y parece que quiere divertirse
- ¿como te llamas guapa? -le dijo el tercero agarrándola del brazo
- dejame en paz - logro pronunciar a pesar del miedo que la invadía
- No te preocupes, no vamos a hacerte nada, solo queremos pasar un buen rato contigo - declaro el primero cogiéndola por la cadera y la arrimándola fuertemente contra si mismo.
Vanessa se intentaba separar, con toda su fuerza arrojaba puñetazos y arañazos, de lejos empezó a oírse una moto con el silenciador quitado, hacia mucho ruido, Vanessa empezó a gritar, uno intento taparle la boca con la mano pero esta se la mordió.
La soltaron, o eso, o había perdido el conocimiento, pero empezó a escuchar mucho barullo al rededor, alguien la cojio y la sentó, por lo que pudo deducir, en una moto, arranco, era ruidosa, y en décimas de segundo el aire empezó a acariciarle la cara.
Llevaban ya un rato en la moto, Vanessa empezaba a estar un poco mas en si, porque antes practicamente estaba desmallada, aunque no sabia porque, con ese extraño se sentía segura.
La moto se paro, el chico la cojio en brazos y la sentó en un banco y puso su cabeza sobre sus rodillas, poco a poco, la chica se fue despertando, reconoció la cara de aquel extraño que le había salvado de las garras de aquellos mal nacidos...

Bueeno esto es lo que he podido escribiir, lo siento muchisimo, se que dije que en navidades intentaria escribir y todo eso, pero me ha sido imposible, otra vez, un millon de disculpas por el retraso :S
Y tambien haceros una pequeña pregunta: que preferis? que publique capitulos grandes una o dos veces a la semana (cuando puedo) o que los escriba pequeños pero mas frecuentes?¿?
y buenoo que un besazo enoorme como de costumbre y que se os quiereee muchisimooo!!!!! bye bye!!!! ;)