Vane y yo volvimos con todos los demás, cuando se puso al lado de Enrique me miro y me dedico una sonrisa como diciendo: espero que tengas razón, yo se la devolví casi como asegurándole que así seria, que no tenia de que preocuparse, todavía era temprano, así que decidimos ir a una cafetería cercana, bastante tranquila, casi no había gente, me parecía que antes de que nosotros llegásemos era todo mucho mas tranquilo, las luces de aquel local eran bastante bajas, como si quisiera que nos relajásemos, al fondo del todo había una bonita chimenea en la que ardían grandes leños, en el descansillo de esta, había varias velas, seguramente aromaticas, las mesas estaban cubiertas con manteles blancos y centros de mesa que tenían también velas, vamos, el mejor sitio para una cita romántica, o eso pensé yo, nos sentamos en una mesa para ocho, así que sobraba una silla, todos pedimos algo de beber y nos pusimos a charlar, hasta que de repente, sin saber ni como ni porque eran las diez y media y ya debíamos irnos todos, Sonia se fue sola, me dio un poco de pena porque se le notaba que añoraba algo, seguramente, ver tantas parejas y que ella no estuviese con la suya la entristeció aun mas, Elisa y Fer se fueron a coger el autobús, Vane tenia “cena-reunión familiar-y esas cosas que yo ya entendía” vamos, que o una de dos, o quería estar que Enrique, o que yo estuviera con Adam, y Enrique, como no, se presto para llevarla hasta el restaurante donde tenia su “cena” claro...
Así que hay estaba yo, una vez mas, dirigiéndome a mi casa sola, con el chico de cuales mis sentimientos ahora mismo no estaban muy claros, al menos eso creo ahora mismo... ¿tan rápido? Pero es que me parece que forma parte de mi vida desde siempre, que es una de las personas que mejor me comprende y con las que paso mejores ratos, me hace reír con una facilidad impresionante e igual que a mi le encanta la música, pero me parece muy pronto para que sea mas que una bonita amistad, puede que con el tiempo pueda llegar a mas, pero si vamos tan rápido se que hay mas probabilidades de que terminemos antes, estoy echa un lío, un lío de sentimientos borrosos, nos estamos acercando ya a mi casa, menos mal que el no puede leerme los pensamientos... hoy vamos mas callados que de costumbre, yo porque estoy pensando en lo que siento pero ¿el? Me parece muy extraño que vaya así, apenas comentamos nada, entonces para romper el silencio digo:
- que callados estamos ¿no?
- si, es que estoy pensando en mis cosas...
- ya, yo también ¿por qué siempre nos da por hacer lo mismo?
- Jajajaja pues no se, ¿eso es bueno o malo?
- Será bueno... supongo
- Digo yo que si ¿no? – dice dibujando en su rostro una de sus encantadoras sonrisas, que, pese a todo, le devuelvo, porque me parece imposible no sonreír cuando el lo hace...
Ya estamos en la puerta blanca de madera de mi jardín, entramos los dos, me vuelve a acompañar hasta el portón, de nuevo la noche se apodera de nosotros, todo esta tal y como lo dejamos ayer, la hierba vuelve a resaltarse verde por los focos y la luna esta resplandeciente, esta enorme, se ve mas grande que nunca, simplemente preciosa...
- ¿te lo has pasado bien?
- Si, me lo he pasado genial ¿y tu? – digo yo devolviéndole la pregunta como si fuese una pelota
- Si, me ha gustado mucho, sobretodo el final...
- ¿el final?
- Si... Ele yo...- entonces me pone su mano en mi nuca, acariciándola, mirándome a los ojos, noto como mis mejillas se encienden, de repente el me atrae hacia su cuerpo, poniendo su otra mano en mi cadera, yo pongo mis manos al final de su espalda, noto su respiración en mi frente, noto su corazón acelerado, noto que el mío se acelera hasta que casi parece que van al compás, tan cerca uno del otro, entonces la mano que estaba en mi cuello se desliza hasta mi mentón, haciendo que levante la cabeza, no me lo puedo creer, se acerca a mi, lentamente...
Pero todo era demasiado bonito, mi madre abre la puerta y los dos nos apartamos casi al instante, me parece que no ha visto nada, o eso espero
- ah Eleonor, eras tu, pensaba que había alguien en el jardín y he abierto la puerta por si acaso, pero eras tu, menos mal...
- si mama, por cierto, este es Adam
- Encantada
- Igualmente – responde el con una sonrisa un tanto vergonzosa
- Bueno, no tardes en entrar ¿vale?
- Vale...
Gracias a dios mi madre se vuelve a meter en casa y Adam y yo podemos despedirnos...
- bueno, creo que debería irme...- dice mirando hacia abajo, me parece que el también esta sonrojado...
- de acuerdo, bueno, nos vemos el lunes ¿vale?
- Por supuesto – me da un beso en la mejilla y se aleja de mi casa, esta vez sin mirarme, mas rápido que ayer...
Sinceramente, no me puedo creer lo que casi acaba de pasar...
jopeeeee con la madreeee
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